Uso del gel de peróxido de hidrógeno a baja concentración, 2,5%, en odontología

Juan Manuel AviñoDr. Juan Manuel Aviñó Bolinches

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia con el grado de Sobresaliente.
Especialista en Estomatología por la Universidad de Valencia.
Postgrado en Periodoncia, Implantología y Ortodoncia.

– ¿Qué usos le da en su clínica al peróxido de hidrógeno a baja concentración?
Llevamos ya algunos años usando el peróxido de hidrógeno al 2,5% en gel para el mantenimiento de blanqueamientos y de la enfermedad periodontal. Mas adelante lo empezamos a usar para bloquear las perimplantitis no quirúrgicas y para la desinfección de la superficie afectada de los implantes en las perimplantitis quirúrgicas.

– ¿Cómo surgió la idea de emplearlo en estas aplicaciones?
Cuando hace más de 30 años empezamos a realizar blanqueamientos dentales con férulas, me encontraba realizando mi postgrado en periodoncia. Usábamos y seguimos haciéndolo, gel de peróxido de hidrógeno al 6% para blanquear los dientes. Además a los pacientes les decíamos que incrementaran sus medidas de higiene dental.
Cuando pasaba cierto tiempo de finalización, con éxito, del tratamiento blanqueador, los dientes generalmente volvían a presentar un aspecto menos blanco. Para que esto no ocurriera solicitamos al paciente que aplicara en las férulas un gel de peróxido de hidrógeno al 2,5% a días alternos de una forma continuada. No solo conseguimos volver a blanquear los dientes, sino que además la encía presentaba un aspecto mas saludable sobre todo en los pacientes con enfermedad periodontal.
Las férulas que usábamos eran muy finas, para comodidad del paciente, pero con la desventaja que se fracturaban y degradaban con el uso. Algunos pacientes con férulas ya inservibles, empezaron usando el gel peróxido al 2,5% para cepillarse los dientes, mientras retrasaban su cita para no tener que pagar unas nuevas férulas. Cuando estos pacientes acudieron a nuestra consulta vimos que el efecto blanqueador sobre sus dientes se mantenía y su encía seguía presentando un aspecto saludable. Fue entonces cuando cambiamos las férulas, para mantener el blanqueamiento, por cepillado con el gel a noches alternas y empezamos a darnos cuenta de los beneficios para el control de la enfermedad periodontal.

– ¿Cuál es la base científica para estos usos?
El peróxido de hidrógeno es agua oxigenada, un desinfectante de amplio uso y bien conocido en medicina sobre todo para desinfectar la piel. El mecanismo de acción, explicado de una forma simple es que los microorganismos al tener contacto con el peróxido de hidrógeno, sufren un estallido de su membrana celular que les produce la muerte instantánea. Es eficaz tanto para virus como para bacterias incluso y sobre todo para bacterias anaerobias que son uno de los microrganismos más importantes que se encuentran en la bolsa periodontal.

– ¿Qué pasa si se ingiere accidentalmente, puede causar algún problema?
Utilizando el gel de peróxido de hidrógeno al 2,5%, siempre con control por parte del odontólogo, para cepillarse los dientes y encías una sola vez por la noche, a días alternos, con la dosificación correcta y enjuagándose inmediatamente para evitar ingerirlo, no hemos visto nunca ningún efecto secundario a excepción de algunos pacientes que presentan un aumento de la sensibilidad dental al frío o al calor. No lo usamos en caso de liquen plano, leucoplasias, otras lesiones orales que no sean de origen infeccioso, embarazadas, o en cualquier caso que veamos que puede empeorar otra patología.

– ¿Puede utilizarse para las perimplantitis quirúrgicas?
Hemos encontrado que usando las técnicas de la regeneración naturalmente guiada, con el L-PRF ( Plasma rico en fibrina y leucocitos) y desinfectando la superficie del implante con gel de peróxido de hidrógeno al 2,5%, usando cepillos duros de profilaxis, sin titanio, para evitar el deshilachamiento del titanio, es posible resolver el problema de las perimplantitis quirúrgica.
Es necesario en estos casos saber cual fue la causa de la perdida ósea del implante y evitarla para que no haya recidivas a largo plazo. Siendo especialmente importante eliminar el tabaco por lo menos tres meses antes de la cirugía y para siempre después, llevando buenos hábitos alimenticios y vida sana.
El gel de peróxido de hidrógeno desinfecta la superficie del implante y permite que el hueso neoformado regenerado, cicatrice alrededor de él si han desaparecido los factores que originaron o tuvieron algo que ver con el problema y utilizando técnicas precisas de manejo de tejidos.

– ¿Y qué nos dice del uso para el tratamiento de las perimplantitis no quirúrgica?
Entendemos por perimplantititis y mucositis no quirúrgica la que no progresa y desaparece siendo controlada solamente con una higiene adecuada por parte del paciente.
Después de realizar una limpieza con ultrasonidos, y si es necesario un raspado y alisado con instrumentación mecánica de los implantes afectados, hay que instruir al paciente para que realice un cepillado dos veces por día con un cepillo blando y gel de peróxido de hidrógeno al 2,5%.
Para que sea efectivo el cepillado hay que realizar un masaje periodontal correcto, conociendo bien la técnica, y luego otra pasada de la encía al diente. Lo hará durante una semana, lo controlaremos y si va bien, pasaremos a la limpieza nocturna cada dos días con el gel peróxido “sine die”, realizando controles periódicos en la clínica dental. Si a la semana no desaparece, se volverá a insistir en la técnica y seguirá otra semana dos veces por día, hasta nuevo control. Si no pudiera controlarse se considerará una perimplantitis quirúrgica.
La ventaja del peróxido de hidrógeno frente a la clorhexidina es que puede utilizarse a largo plazo porque no crea tinciones, en realidad las quita y blanquea, y además usando el gel de peróxido con cepillado nocturno a días alternos no hemos encontrado efectos secundarios ni disbacteriosis en la gran mayoría de los pacientes, reduciéndose las posibles complicaciones a muy pocos casos, que no obstante deben estar bajo control mediante revisiones periódicas en la clínica.

– ¿Y respecto al mantenimiento de enfermedad periodontal con el gel?
En las cirugías mucogingivales para cubrimiento de recesiones de encía en periodoncia, se prepara la raíz del diente con EDTA desde hace mucho tiempo. El EDTA es un quelante, que se aplica en odontología con una cantidad de peróxido de hidrógeno añadida (todo en el mismo producto comercial), un quelante tiene efecto por sí solo antimicrobiano desestabilizando y agregando colonias de bacterias, también es capaz de secuestrar calcio lo que podría ayudar a la reinserción de los tejidos blandos a la superficie del cemento radicular. Pero probablemente el efecto antimicrobiano provenga mas del peróxido de hidrógeno añadido que de su propio efecto quelante. Nosotros usamos el peróxido de hidrógeno al 2,5% para desinfectar y tratar la superficie radicular expuesta durante la cirugía y obtenemos resultados similares al EDTA. Sin embargo no hay estudios al respecto.

También se aplican últimamente amelogeninas (preparados de matriz de esmalte de fetos de cerdo) buscando la mejora en el sellado y formación de nuevo epitelio de inserción con resultados dispares según la literatura.

Para realizar mantenimientos periodontales, además de la limpieza con ultrasonidos y los raspados y alisados radiculares, instruimos a nuestros pacientes para que se cepillen los dientes con cepillo blando por la noche a días alternos con gel de peróxido de hidrógeno a baja concentración, 2,5%, según la técnica antes explicada, con un control estricto en la revisiones periódicas. Obtenemos buenos resultados que no podrían ser solo consecuencia de nuestra insistencia e instrucción en la técnica. Los pacientes nos dicen que cuando se les acaba el gel vuelven a tener sangrados. Además no produce tinciones dentarias, sino que las elimina y blanquea.

El gel de peróxido de hidrógeno a baja concentración, 2,5%, en nuestra clínica es ampliamente usado sobre todo para el cepillado periodontal en pacientes con cualquier tipo de afectación periodontal. Siendo muy útil para el difícil problema de la perimplantitis y para los mantenimientos a largo plazo de los blanqueamientos dentales.